Linguini con mejillones y calabacines

Preparación de linguini con mejillones y calabacines

Una receta de mar y tierra, fácil de preparar y que satisfará hasta los paladares más exigentes y refinados. Primero, conseguir unos calabacines dulces de piel verde pálido, bien firmes y de tamaño pequeño, mejillones frescos del día y un poco de vino blanco seco de buena calidad y proceder de la siguiente manera.

Pon los mejillones en el agua; lávelos bien y déjelos escurrir en el agua durante al menos 30 minutos. unas pocas horas.

Con la ayuda de un cuchillo pequeño de hoja lisa, raspar las válvulas; eliminar barbas y dientes de perro;

luego enjuáguelos una vez más con agua fría.

Mientras tanto, lave el calabacín siempre en agua fría; séquelos con un paño limpio. Luego recórtelos quitando el núcleo y el extremo opuesto.

Cortar los calabacines en rodajas muy finas con la mandolina.


Poner el aceite y el ajo en una sartén antiadherente, freír unos minutos a fuego lento hasta que el ajo se dore.

Agrega los calabacines, un vaso de agua y cocina por unos minutos. Si quieres también puedes añadir unas flores de calabacín cortadas en trozos.

Con las púas del tenedor, machaca los calabacines para obtener un puré cremoso y apaga el fuego.

Echar los mejillones en una sartén, añadir un poco de agua, taparlos y dejarlos abiertos al fuego.


Cuando los mejillones estén todos abiertos (quitar los cerrados) apagar el fuego y dejarlos enfriar.

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Filtrar el agua de cocción de los mejillones y reservar. Pela una parte de los mejillones y deja un poco en las conchas que necesitarás para decorar el plato.

Volver a poner la sartén con los calabacines al fuego, añadir un poco de agua de cocción de los mejillones y dejar que se evapore.

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En este punto, agrega los mejillones, mezcla y cocina de 2 a 3 minutos y luego licúa con un poco de vino blanco, déjalo hasta que se haya evaporado por completo. Si es necesario, sazone con sal y luego apague el fuego.

Lleva a ebullición el agua con sal y cuando hierva, deja caer la pasta y cocínala al dente o unos minutos menos del tiempo indicado en el paquete de compra.

Escurre bien el linguini y luego viértelo en la sartén que contiene la salsa de calabacín y mejillones. Mezclar bien para mezclar los ingredientes.


Deje remover por unos minutos, siempre revolviendo. Apague el fuego y agregue una pizca de pimienta (opcional), una pizca de parmesano (al gusto) y perejil picado.


Sirve los linguini calientes, espolvoréalos con un poco de salsa y también unas ramitas de perejil fresco.

Consejo

Puedes reemplazar el linguini con otro tipo de pasta.

En cambio, el pimiento se puede reemplazar con un poco de pimiento picante.

Si no te gusta la idea del parmesano, tampoco puedes agregarlo porque el sabor del linguini con mejillones y calabacín no variará mucho. El queso parmesano se usa para unir mejor la salsa a la pasta.

Información útil sobre calabacín.

Son vegetales fáciles de cultivar no solo en el jardín sino también en macetas grandes. Son ligeros, muy digeribles, hipocalóricos, aptos para niños en periodo de destete, adultos y ancianos. Los calabacines están compuestos en un 95% de agua, son ricos en potasio, vitamina E, vitamina C, carotenos y ácido fólico y tienen una acción antiinflamatoria, diurética y desintoxicante.

Perspectivas: Cultivo de calabacín.

Curiosidad

El calabacín produce flores masculinas y femeninas en la misma planta, a partir de la cual se desarrolla la verdura, solo si se fertiliza con polen del macho transportado por abejas, otros insectos o por el viento. Las flores de calabacín son comestibles y se pueden preparar de muchas maneras sabrosas,

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