«Un extraño fenómeno de la naturaleza», se podría decir. En cambio, la duda de que no es simplemente "naturaleza" está surgiendo de piso a piso. ¡Estamos hablando del descubrimiento de un lagarto con dos cabezas! Como se mencionó anteriormente, en un principio uno pensaría que el pequeño reptil es simplemente víctima de un capricho de la naturaleza y en cambio hay quienes, en función del lugar donde se encontró el animal, temen otras causas mucho más graves. De hecho, el lagarto de dos cabezas fue detectado cerca de una central nuclear en desuso en nuestro territorio, y más precisamente en la de Sessa Aurunca, cerca de Caserta. Según los ecologistas de Legambiente, por tanto, es muy probable que el reptil haya sido afectado por alguna radiación que, evidentemente, aún persiste en esa zona, a pesar de que la planta ya no está en uso y ha sido desmantelada. De ahí la inquietante duda de que los seres humanos también podríamos ser víctimas de esas mismas radiaciones nocivas, con consecuencias fáciles de imaginar y de las que el pobre lagarto es testigo. Pero, más allá de esta tesis catastrófica, hay quienes aseguran: las deformaciones en la naturaleza existen y para confirmarlo podemos mencionar ese caso de Carolina del Norte donde, en una granja de reptiles a años luz de una central eléctrica, nació incluso allí un lagartija bicéfala … En cualquier caso, siempre es mejor investigar más a fondo, sobre todo si la salud del ser humano y de la fauna y la flora está en riesgo.
