El perro no solo es considerado el mejor amigo del hombre. Siempre símbolo de absoluta fidelidad, esta mascota, dadas las características que presenta en cuanto a capacidad de comprensión y aprendizaje, independientemente de las peculiaridades de la raza, ha sido muy utilizada en películas. Películas que, en muchos casos, se han convertido en auténticos cineastas de culto, tanto que entran de forma indeleble en el imaginario colectivo, haciéndonos encariñar con los personajes de cuatro patas que los animaban. ¿A quién de nosotros no le conmovió el regreso a casa del muy inteligente Lessie? El border collie era una raza poco conocida hasta entonces, al menos aquí en Italia y el perro Lessie parecía salir de un estudio de efectos especiales, tan perfecto era en sus expresiones casi humanas, perceptibles y emocionantes. La historia un poco más reciente del cine no ha abandonado la tendencia de la 'estrella del perro'. En efecto, el perro es protagonista de historias perfectas, porque no solo consigue que nos identifiquemos con los hechos en los que se ve envuelto (casi como un actor real), sino que interesa y divierte a grandes y pequeños, una combinación que es no siempre es fácil de conseguir en el cine. Así nació Beethoven, el simpático y un tanto chapucero San Bernardo, torpe y tierno a partes iguales, pero también el heroico y orgulloso Rin Tin Tin. Por último, no hay que olvidar el cine de animación que, con los 101 dálmatas y los maravillosos dálmatas que dan vida a mil aventuras, encuentra su punto culminante y se convierte en el punto de partida de todas las películas del género que vendrán a continuación.