Desde pequeños nos ha fascinado un juego sencillo pero a la vez mágico que nos hace vivir momentos verdaderamente alegres y nos hace sonreír incluso cuando estamos un poco deprimidos: las pompas de jabón.
La atmósfera que crea este pasatiempo que entretiene tanto a adultos como a niños es realmente increíble: cuánto tiempo dedicamos a reventar las burbujas que salieron tras soplar en el palo especial.
Cuántas veces, al mismo tiempo, hemos pensado que sería muy lindo que las burbujas no estallaran y duraran lo suficiente como para permitirnos admirarlas en todo su esplendor; lo hemos pensado muchas veces pero muchas veces nos hemos dicho que es imposible.
Nos equivocamos: hay una solución que nos transforma en pequeños químicos y nos hace crear burbujas resistentes que no se disuelven cuando rebotan.
Con unos pocos ingredientes y un pequeño truco, podríamos sorprender a grandes y pequeños y convertirnos en verdaderos magos: todo lo que necesitas es agua destilada, jabón para lavar platos y glicerina.
Mezcle 1 cucharada de glicerina libre de drogas con 1 taza de agua destilada y 2 cucharadas de jabón en polvo.
La mezcla está lista y con una pipeta podríamos empezar a crear pompas de jabón: ¿el truco para no hacerlas estallar mientras rebotan? Sencillo: ¡usa guantes de algodón y la magia está hecha!
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