Compra seis pechugas de pollo con un peso de unos 120 gr. cada; batirlos ligeramente cuidando de no desgarrar la pulpa y de dejarles la forma original.
Pelar 12 espárragos grandes, cortar la parte final del tallo, lavarlos, escurrirlos y atarlos en manojos; cocínelos al vapor en la olla especial.
Cuando estén bien cocidos y tiernos, colócalos en un plato cubierto con un paño y déjalos enfriar. Luego córtelos por la mitad y ponga los de abajo (tallo) en la jarra de la batidora junto con 300 gr. de leche: licuar a velocidad máxima durante un par de minutos, luego colar por un colador fino.
Coloque una cacerola grande con 30 gr. de mantequilla y una cucharada de aceite, aromatizando con medio diente de ajo y dos hojas de salvia que luego se tirarán. Enharinar ligeramente las seis pechugas de pollo, luego agitarlas para que caiga el exceso y finalmente ponerlas en la sartén, hacerlas cocer y dorar ligeramente por ambos lados, agregar un poco de sal y pimienta.
Después de eso, retírelos de la sartén y colóquelos, en una sola capa, en una fuente de horno grande o en una fuente de horno grande. Coloque dos puntas de espárragos paralelas en cada pechuga y espolvoree con una pizca grande de queso parmesano.
Pon una cacerola con 30 gr. de mantequilla y en cuanto se haya derretido añadir la misma cantidad de harina blanca, mezclando con un batidor pequeño para que no se formen grumos. Verter la leche triturada con los espárragos sobre este roux, cuidando que fluya hacia abajo, por lo tanto, siempre removiendo.
Llevar la salsa a ebullición, aromatizándola con media nuez desmenuzada y nuez moscada.
Luego verterlo sobre las pechugas de pollo preparadas con nappandoli, luego espolvorear con una cucharada de Emmentaler rallado, y hornear en el horno a 220 ° durante 7-8 minutos, es decir hasta que la superficie de la preparación esté dorada. Servir inmediatamente.